No romper la cadena del frío es uno de los principales objetivos en el transporte y almacenaje de los productos refrigerados y congelados que, fundamentalmente viven tres puntos críticos: el almacenaje, el momento del picking y durante el transporte.
En el interior del almacén es, relativamente, más sencillo mantener la temperatura dentro de su rango con ayuda de la tecnología. Mediante sistemas automáticos y manuales es posible contribuir a la correcta conservación de los productos dentro de un espacio acotado y controlado.
Aquí, la automatización del almacén y la robótica juegan un rol cada vez más importante. Incluir vehículos de guiado automático, sistemas de voz o pick to light, por ejemplo, mejorarán la productividad, evitan errores y son un gran aliado del operario. No podemos olvidar que trabajar en un entorno de frío es complejo y se necesitan equipos y personal especializados.
Por el contrario, el punto más crítico es el transporte. Con demasiada frecuencia, en los puntos de entrega las esperas para proceder a la descarga de la mercancía, como por ejemplo, en los muelles de recepción o en las de aduanas de los aeropuertos, se pierde el control. Aquí el embalaje y los sistemas de trazabilidad son cruciales.
Los congelados precisan servicios entre -18ºC y -20ºC, los refrigerados entre 0ºC y +5ºC. El resto pueden ir a temperaturas que oscilan entre los +15ºC y +18ºC.
Realizar el picking en un almacén de frío es una tarea que está muy especializada debido a las condiciones que imponen las bajas temperaturas que se requieren para conservar productos perecederos, como alimentos y medicamentos.
La calidad de los servicios logísticos a temperatura controlada se basa, entre otros factores, en un control exhaustivo de la trazabilidad de los productos refrigerados y de la cadena de frío. Si la trazabilidad, es decir el control minuto a minuto de la mercancía, es básica en cualquier pedido, en los congelados y refrigerados adquiere una relevancia aún mayor. Romper la cadena de frío provoca el deterioro de los alimentos y graves pérdidas económicas. Y desde luego, las mediciones se realizan tanto dentro del almacén como durante el transporte.
Se precisa un servicio altamente especializado de logística integral a temperatura controlada en grupajes, cargas completas, y almacenaje.
La alimentación es la principal actividad en este tipo de almacenes, tan fundamental como la farmacéutica, y que está experimentando un gran crecimiento. Los hábitos de los consumidores han cambiado. El ritmo que marca el trabajo y la necesidad de disfrutar de mayor tiempo de ocio hacen que la demanda de congelados sea cada vez mayor.
De acuerdo con la información recogida por ALDEFE, la ocupación media de los almacenes de productos congelados en España durante el primer trimestre de 2024 ha sido del 78.07%.
Igualmente, se ve reflejado en la fuerza de trabajo que tiene que gestionar estas mercancías. Así, el número de empleados por 10.000 metros cúbicos ha mostrado una tendencia ascendente constante, según cifras de Aldefe. Comenzando en 3,12 empleados en el primer trimestre de 2021, ha experimentado incrementos continuos a lo largo de los últimos trimestres, alcanzando 5,86 empleados en el primer trimestre de 2024.
Este indicador muestra una expansión sostenida en la fuerza laboral del sector y es reflejo de la importancia que está adquiriendo el sector.
Con la automatización se consigue optimizar el espacio y aumentar la rapidez de la operación. Los robots apoyan al operario y permiten que la instalación esté en funcionamiento durante las 24 horas, sin tener que preocuparse por los tiempos de exposición al ambiente frío de los trabajadores.